5 sept 2015

LA MARIPOSA AZUL

Había un hombre viudo que vivía con dos hijas muy curiosas e inteligentes. Las niñas siempre le cuestionaban todo y hacían muchas preguntas a las que el padre a veces sabía  responder, pero en ocasiones no se sentía con la sabiduría suficiente como para aclarar las dudas que ellas manifestaban. Como pretendía darlas la mejor educación, las mandó de vacaciones con  un sabio que vivía en lo alto de una colina.

El sabio siempre respondía a todas  las preguntas sin dudar. Impacientes, las jóvenes decidieron inventar una pregunta que él no pudiera responder correctamente. Entonces, una de ellas apareció con una mariposa azul que usaría para engañar al sabio.
-¿Qué vas hacer?-preguntó la hermana.
-Voy a esconder esta mariposa en mis manos y le voy a preguntar si está viva o muerta. Si él dice que está muerta, abriré mis manos y la dejaré volar. Si dice que está viva, la apretaré y la mataré. Así cualquiera que sea su respuesta será errónea.
Las niñas fueron en busca del sabio a quien encontraron meditando. Sin apenas  mediar palabra le preguntaron:
-Tengo aquí una mariposa. Dígame, sabio, ¿está viva o está muerta?
Muy calmadamente el sabio sonrió y respondió:

Depende de ti… ella está en tus manos.
Así es nuestra vida, nuestro presente y nuestro futuro. No podemos culpar a nadie cuando algo falla, somos responsables por lo que juzgamos bueno o malo. Nuestra vida está un nuestra manos, como la mariposa azul. Nos toca a nosotros escoger qué hacer con ella y asumir las consecuencias.

Autor anónimo.